Jazz y blues



 El jazz es el producto de la mezcla de dos culturas musicales muy diferentes, la europea y la africana. La música  africana entró en América con los esclavos obligados a abandonar las costas occidentales de África para asentarse en las Antillas y el sur de los Estados Unidos en el siglo XVII.
     El Jazz se basa en la improvisación y no en la partitura; el músico de jazz crea en el momento que actúa, la improvisación es la base de su arte, de tal manera que dos versiones diferidas del mismo tema son dos obras distintas. El jazz es también una música que busca y necesita la participación activa del público, y no sólo su atención pasiva.
     En la esencia del jazz existe una sensación rítmica peculiar que no se puede definir, y que los aficionados llaman “swing”. Así el jazz tiene “swing” del mismo modo que el flamenco tiene “duende”.